domingo, 1 de marzo de 2009

Hoy es otro día

Había pensado en estos días, que todo mi malestar se debía a mi enfermedad. No... no es así... estaba a punto de estallar "la bomba", esa que venía haciendo tic tac desde hacía tiempo. Ayer fue el día. Todo comenzó normal... me levanté, tomé mi capuccin"a" normal de todos los días Sábados y mi niño la leche. Procedimos a buscar al padre y fuimos de "choping", como dice la tía Sole. Compramos poco...
Hasta ahí normal... habíamos salido tarde, hacía calor. Pero luego llegó el almuerzo... Demonios! ese maldito almuerzo... las palabras de mi vieja... Dios Santo... me dejaron de cama... a la cual no pude acceder por razones obvias.
Así como pasaba el día, el contexto se fue complejizando... mi cara caricúlica era más notoria... no daba más... ya no podía sostenerme en pie... y trataba de repetirme... que no era mi enfermedad, ni era el apetito que estoy sintiendo, ni la ansiedad por la dieta que emprendí hace exactamente 7 días... sino, por el contrario... una madre enferma... que me enferma.
A todo esto ya me dolía la cabeza... no daba más... quería cortarme las venas... dejar que el mundo continuara hasta el 21 de diciembre del 2012... total... falta poco... para el fin de toda esta mierrda.
Pero no, por mi hijo y por el padre. Por mi vieja, hincha pelota y todo... porque los amo, decidí quedarme conectada al mundo lo más posible... Pero las agujas del reloj no perdonan... y se fue la noche entre mis manos... Así fue como decidí cerrar mis ojos... y como dijo mi Shan... "mañana será otro día"... y así es... "hoy es otro día"... mucho mejor.

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